jueves, agosto 17, 2017

LA MARGINALIDAD GARPA





Mucha expectativa me había generado el regreso de un talento de nuestro cine y televisión como Bruno Stagnaro, el director de maravillas como "Okupas" y "Pizza, birra, faso".
"Un gallo para Esculapio", que es una hermosa cita de Sócrates, no me defraudó, pero tampoco me deslumbró como "Okupas".
Es que me deja un poco afuera esa tendencia creciente del cine y la televisión nacional de retratar a marginales, freaks, degenerados.
Veo por un lado cierta fascinación de nenes bien que salen de Palermo y descubren el Conurbano y por otro lado, lo más importante, Hollywood premia con fama y muchos dólares, las buenas historias, cuanto más truculentas mejor. Cada vez es más común la coproducción con las majors estadounidenses, no solo en films, también en series.
En el caso de "Un gallo... la miniserie de 9 capítulos se estrenó a la vez en Telefé y en TNT.
Hay que hacer algunas salvedades.
Creo que una obra genial que rompió todos los límites como es "Dromómanos", surgió de una búsqueda interna preciosa de Luis Ortega y no se parece a nada.
Ahora, a partir de eso, su hermano productor le vio el filón comercial y lo hizo dirigir la miniserie "Historia de un clan" (sobre los Puccio), lo cual fue un gran acierto artístico y comercial. Hoy Luis está filmando la vida de Robledo Puch. Lo que surgió naturalmente en el, se convirtió en una fórmula comercial que le da excelentes dividendos.
Parecido es el caso de Pablo Trapero, que empezó su carrera con historias chiquitas, encantadoras como "Mundo Grua" y "El bonaerense", muy en la vena de Leonardo Favio, pero luego cada vez fue haciendo películas más grandes y caras, a la búsqueda de los dólares. Cosa que consiguió con "El Clan" (también sobre los Puccio), una película bastante convencional, pero que logró el objetivo de hacerlo llegar a filmar en Hollywood, cosa que hará a partir de ahora.
Distinto es el caso de Damián Szifrón, que es un genio al que le sale naturalmente esa fórmula de Hollywood en castellano. En los otros, aunque son muy buenos, se ve la impostación, lo artificial.
En Szifrón esa alquimia fabulosa se da naturalmente: "Relatos Salvajes" triunfó en el mundo y a fin de año Damián estrena su primer superproducción hollywoodense "The billion dollar man", que no es otra cosa que la adaptación cinematográfica de la recordada serie yanqui "El hombre nuclear", que poblaba las tardes de nuestra infancia.

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