martes, noviembre 08, 2016

UN CAMPEÓN DESPAREJO



Se produjo finalmente mi regreso al ajedrez después de 4 años de no jugar algún torneo importante.
Una alegría que haya sido en Coronel Suárez, con gente de todas partes y válido para el ránking internacional sub 2200.
Salí segundo, invicto, con 4 victorias y tres empates y con ello clasifiqué al Torneo Argentino Sub 2300, a jugarse en Caba a principios de diciembre.
En la foto estoy jugando la segunda partida, la más difícil, contra un pibe de Henderson.
Quedé perdido de arranque nomás y la remé cambiando las piezas y ganándole el finalito.
Eso aconsejaba el viejo Najdorf: cuando el jugador no tiene experiencia, hay que llevarlo directo al final.
Bobby Fischer también decía que no le tenía miedo a ningún campeón mundial, solo a esos aficionados que te comienzan a avanzar los peones y no sabés que puede pasar.
Eso pasó: el pibe se me vino al humo y me tenía cocinado, solo falló en dejarse cambiar la dama.
Eso me hizo acordar a cuando yo era un niño y los grandes también quedaban perdidos pero me pirateaban de la misma manera y me ganaban.
La vida da esas vueltas.
Nehuen Biscaro tiene mucho talento pero como es pendejo se apura mucho.
Cosas que se aprenden con los años.
Nehuen publicó esta foto en Facebook con el epígrafe: jugando contra un campeón.
Un campeón desparejo, corrijo yo, tanto en el ajedrez como en la vida.
Hay un libro llamado así, de la ultima etapa de Adolfo Bioy Casares.
Sencillo y encantador.
Como yo.

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