Hubo un tiempo que fue hermoso y todo era Palermo Viejo.
Luego aparecieron el Soho y Hollywood.
El consenso logrado es que en el Soho está la bohemia, los intelectuales y la onda hipster.
Pero últimamente, el Soho con su placita Cortazar y su calle Borges, luce deslucido, triste, carente de onda.
En cambio Palermo Hollywood tiene, además de canales y productoras de televisión, bares que irradian alegría, Niceto, el negocio de Alfonsina con la mejor ropa vintage y ese toque descontracturado, donde hasta las desprolijidades suman como virtudes.
Así que la onda se mudó de barrio.
Por lo menos, así lo veo yo.
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