Escribir "He visto a Lucy" me llevó 3 o 4 años. Es una apuesta fuerte, la más fuerte que hice, que intenta correr los límites de realidad y ficción. Escribir ciertos episodios pasados asumiéndolos como lo que son: ficción.
Estaría loco si dijera que es la verdad.
Pero igual los resultados, más allá de la gente que se fascinó (que fue mucha), también trajeron muchas sorpresas o no tanto, viniendo de la gente del pueblo.
Hubo mucha gente que me retiró el saludo, en la librería del pueblo se negaron a venderlo de maneras más o menos irónicas, algunos que son ficcionalizados en el libro se hicieron cargo mal.
Es como que uno con el arte crea y hace catarsis, es un juego, uno dice: les voy a contar la historia de un loco que cree que su familia lo engaña y que le cagan las minas. Y entonces tu familia se hace cargo mal y se ofende y mueve toda su red de contactos invisibles de amigos para boicotearte el libro.
Y demuestra, que si te cagaron, y lo siguen intentando...
No presenté al libro en el pueblo, porque tiene más enemigos que amigos, como yo. Porque la verdad y la belleza les genera envidia a los mediocres.
Y la envidia siempre lleva a la traición.
El libro solo tiene destino nacional e internacional, y no puedo evitar comprobar que acá en el pueblo y en la familia tratar de explicarse siempre es tirarle margaritas a los chanchos, salvo la minoría ilustrada, que es muy minoritaria.
"He visto a Lucy" no pretende decir ninguna verdad, se ríe de todos, empezando por mi mismo.Los que son inteligentes, se ríen mucho con el libro, los que no, se ofenden y se hacen cargo mal.
El juego de la ficción pone al desnudo todas sus miserias.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 1 semana.
1 comentario:
Nadie es profeta en su tierra...y menos en nuestro pueblo, que expulsa al diferente,al que se anima, al que trasciende barreras...para vivir en ese pueblo, debés ser oveja blanca.
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