No hacer nada es un contrasentido, una doble negación. En definitiva es hacer algo.
Si antes la estrategia era pisar el acelerador y chocar una y otra vez contra la misma pared, ahora la influencia del pensamiento zen y del psicoanálisis me enseñaron a frenar.
Estas semanas me detuve a pensar y las ideas surgieron solas. El rompecabezas se armó sin esfuerzo. Es más, la realidad parece acomodarse sola cuando te quedas quieto, respirando en paz.
También aparecen las opciones, muchos caminos alternativos. En lugar de perseguir "el trabajo", "la estrella", inventarte el trabajo de tu vida y la estrella de tu vida.
Y hay mucha gente copada en el underground de la vida, peleándola como uno, gente tal vez más digna y talentosa que los famosos (a veces si, a veces no).
Y entonces, en lugar de insistir estúpidamente por los mismos caminos, con los mismos resultados, uno aprende a no hacer nada.
Y aparecen las propuestas, se arman los caminos, aparecen iguales que te alientan y te aconsejan sobre como seguir.
Estoy abierto al amor, al cosmos.
El 2012 trae consigo, no la muerte, no el fin del mundo, sino simplemente mis 40 años y la certeza de haberme encontrado, finalmente, en el patio de mi casa.
Recurso
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Hace mucho tiempo yo tenía un recurso
para escapar de la tristeza
imaginaba una sábana blanca colgada al sol
yo era esa sábana que recibía
el calor y l...
Hace 3 semanas.
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