La mente, el ego, construye dualidades: blanco/negro, bueno/malo, macrista/kirchnerista.
Es una trampa. Siempre lo fue.
El Zen avisó, Osho aclaró.
En ese sentido, la política es una cumbre de la mente, del ego, una cumbre de cinismo y mentira.
Que se opone a la Verdad, Dios, Tao, Universo, o como quieras llamarle.
La política es el ejercio del poder y ya sabemos que divide y reinarás.
Entonces aparece la dualidad, cada cual construye su relato, cada cual es el bueno y pone al otro de malo.
Un horror todo.Y se tiran cadáveres.
No es joda. Es perverso.
Llámese Santiago Maldonado, Alberto Nisman o quien sea.
Nunca se va a saber la verdad de estos casos, cada facción los usa a favor suyo y en contra del adversario.
No se sabe todavía quién mató a John Fitzgerald Kennedy, mirá si se va a saber acá quién mató a Maldonado o si se ahogó o si Nisman se suicidó o si lo asesinaron.
Olvidate.
Ahora cada quien va a contar su relato.
Y van a llover mil versiones.
Imposible saber la posta.
Por eso: chau política para mí, hola anarquismo.
No cuenten más conmigo muchachos.
El camino es salir de la mente, ir al corazón.
Y de ahí al Ser.
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