Hablando del relato norteamericano, di con esta película que es de 2014 y de la que se habló poco y nada, al menos acá.
La leyenda, el mito de Robert James Fischer, más conocido como Bobby Fischer, uno de los más grandes jugadores de la historia del ajedrez mundial.
No se juzgar a ciencia cierta a esta película dramáticamente o entender si logra entretener o no. Es que estoy demasiado involucrado conociendo la historia de Bobby, habiendo sido ajedrecista toda mi vida. Y claro, está el tema de la locura, que todo lo sobrevuela.
Lo que si puedo decir es que la reconstrucción de los aspectos ajedrecísticos de la vida de Bobby es impecable y la actuación de Tobey Maguirre es consagratoria. También está muy bien dosificado el tema de la Guerra Fría de EEUU contra Rusia y todo el contexto sociopolítico de la época.
Es que Bobby fue el auténtico héroe norteamericano que enfrentó a todos los rusos y les ganó el solo, como en una mala película de cowboys. Esta película fue real, no hay ni una sola mentira, solo un par de licencias poéticas totalmente entendibles.
Bobby encarna como nadie el espíritu de América, el tipo que nace de la nada y es genial.
Y está loco. Totalmente pirado.
Ahí está el tema que no se puede entender, porqué el tipo sufre de los nervios y delira. A veces los datos de la realidad dan para paranoiquearse, pero Bobby se va perdiendo progresivamente en su propio laberinto. Y en un momento ya no pudo regresar.
En ese sentido es clave la figura del padre William Lombardy que contextualiza la locura de Fischer y cita como antecedente la de Paul Morphy, otro genio yanqui maldito.
Todo real, cien por ciento real. E inexplicable.
Así, la película termina en el momento cumbre de Fisher, cuando le gana el título mundial al ruso Spassky, un personaje caracterizado como un dandy, que termina empatizando con Bobby.
Y es que lo que vino después fue muy triste, el declive de un genio, la negativa a jugar, la pérdida del título, las permanentes denuncias de conspiraciones de judios ( el era judio!) y como EEUU le suelta la mano cuando ya no le sirve y se le vuelve en contra.
Gloria a Bobby Fischer, el genio loco e imposible de entender.
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