sábado, septiembre 19, 2015

¿POR QUE NADIE HABLA DE ARIEL ROTTER?



Ahora que el Nuevo Cine Argentino ya es casi antiguo, y que triunfa comercial y artísticamente en el mundo entero, me parece interesante reflexionar sobre un director brillante y poco mencionado.
Ariel Rotter no tendrá la erudición pop de Damián Szifrón ni el manejo experto del cine masivo como Pablo Trapero pero artísticamente está, como mínimo, a la altura de ellos.
Toda esta generación extraordinaria, que nació como yo en los setenta, ha dado talentos sobresalientes como nunca antes en la historia del cine argentino. Sus películas tienen temas en común, pero cada cual tiene su estilo particular.
Me parece que la obra de Rotter se conecta más con las películas de Rodrigo Moreno y Gabriel Medina (otros dos grandes directores que tampoco tienen el suficiente reconocimiento). Cierto minimalismo urbano, que de repente necesita viajar a la provincia, al interior profundo.
Pero lo raro es que las películas de Rotter son más luminosas y creativas que las del resto, por eso extraña que no haya tenido aun éxito a nivel masivo. Si se cansó de ganar premios en festivales, pero por alguna extraña razón, no le llega el suficiente y merecido reconocimiento de crítica y público en nuestro país.
Tal vez conspira contra el que no es suficientemente prolífico, puede ser, solo dos películas estrenadas hasta ahora: Solo por hoy (2001) y El Otro (2007). Y una recién terminada, que llevó al Festival de Toronto y que estrenaría aquí en 2016: La luz incidente.
Recuerdo la epifánica sorpresa que resultó su debut, Solo por hoy, en aquellos años de locura y oscuridad. Una colección de historias de jóvenes de nuestra edad que luchan contra una realidad hostil, que aman y sueñan pese a todo, que son felices en medio del caos.
Una joyita con luz tenue y música electrónica de Gustavo Cerati. Inolvidable.
Y recién anoche vi "El Otro", porque claro, no es fácil dar con sus películas en los pocos videoclubes que quedan.
No se como hace este tipo, Rotter, para dar siempre con lo más profundo de mis emociones, para recorrer los lugares que me son familiares, hablo de lugares físicos y también emocionales.
Un cuarentón interpretado por Julio Chavez ( la mejor actuación en cine de su carrera, mejor que El Custodio, mejor incluso que La película del Rey) se entera que va a tener un hijo. Justo tiene que viajar de Capital al interior. Y una serie de hechos fortuitos hacen que el tipo se flipe y decida cambiar de identidad. Una pequeña aventura que solo dura un par de días. Pero maravillosa, hecha de pequeños gestos, de diálogos incomprensibles, de olores y sabores bonaerenses.
La película es perfecta aún en sus imperfecciones, una obra maestra desde el primer minuto, desde la secuencia de presentación de títulos.
Y así está Rotter entonces, con 42 años, dos obras maestras del cine y una tercera en camino.
Que esperemos sea la que lo haga explotar definitivamente.
Sino igual, yo lo vi primero...

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