La publicidad de Coca Cola en que una chica y un chico se histeriquean es una pequeña obra maestra de la actuación y la dirección.
Una anécdota mínima, estúpida si se quiere, pero que transmite en pocos segundos una dosis muy potente de belleza y felicidad.
Casa
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La casa de la infancia
viene con el olor de los jazmines
la sombra de la parra en el patio
y el silencio caliente de las tardes de verano
La casa de l...
Hace 19 horas.
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