Hace años que no escribo sobre Lali y pasaron muchas cosas mucho pero que muy importantes.
Es que me sentí abandonado, traicionado por ella después de nuestro primer y único encuentro, hace ya como 15 años.
Siempre fui fan de ella desde la primera vez que la vi en televisión y por eso quise entrevistarla. Sabía que iba a llegar lejos. Pero mi trato fue super respetuoso, ni siquiera de artista a artista, sino de fan a artista.
Pero bueno, anoche no me podía dormir y rumiaba varias cosas en la cama. La principal es esta: la única estrella que me dio bola en su momento, que fue a almorzar conmigo y me dio una nota fue Lali. Y encima es la más famosa y exitosa.
A los hechos me remito.
Lo más parecido que me pasó fue con Rosario Bléfari pero eso es otra historia. Bléfari es y fue siempre la vanguardia total y Lali es el mainstream total.
Los dos extremos.
Las cosas que amo de Lali en modo random: la canción y el video de "Ego", la película "Permitidos", la serie "El fin del amor", el tuit: "Que triste, que peligroso".
Que sea morocha, chiquitita y con la boca carnosa.
Que el desquiciado mental del presidente la odie.
Acaba de sacar un nuevo disco lleno de guitarras filosas, lo que a priori no garantiza genialidad, pero ayuda. Es decir, se puede hacer grandes canciones en el rock, en el pop o en la electrónica pero este giro rockero que le imprime a su carrera es bienvenido.
Mientras la mayoría de sus contemporáneas se vuelcan a grasadas como el reguetón, la cumbia, el trap y la música urbana, Lali apuesta por el rock y el pop de los 90, una época que recuerdo con mucha felicidad.
Y encima le sobra tiempo para hacer de jurado en concursos televisivos.
Quiere ser todas: Lali, Mirtha y Susana. Hacer canciones, películas, series y hasta dirigir videoclips.
Pará un poco loquita y relajate.
Ya sos la gran artista que te pronostiqué que serías.
Disfrutá.