Mi San Cristòbal querido, aquì estoy.
Sin ànimo de odios ni resentimientos, entendiendo que los que hacen mal es porque sufren, haciendo un corte abrupto.
Hoy comienza mi nueva vida y no hay lugar para el pasado, pero si el sentimiento de compasión para los que más sufren, para los que no se bancan en este mundo.
Dispuesto para socorrer a quien me necesite.
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