Cuando el chanchin era chiquito sufría de asma. Su madre lo llevaba de experto en experto, pero el mal no parecía ceder. Se hacía nebulizaciones, le hacían análisis, le ponían inyecciones. Un día el profesional, ya harto, le gritó a su mamá: ¡¡Señora, déjelo respirar!!
genialgenial genialgenialgenial!!!!
ResponderBorrarmuy bueno !!!! juaaaaaaaaaa, juaaaaaaa, apoyo al profesional, yo tenia asma tambien cuando era chico, pobrezito el chanchin
ResponderBorrarjajaja buenísimo. un sabio ese médico.
ResponderBorrarSalud! y saludos!