lunes, mayo 15, 2017

TODO SOBRE LA MARIHUANA




Hoy el periódico Nuevo Día recoge una publicación que hizo el psiquiatra Bernardo Carricart en Facebook, sobre el tema de la marihuana terapéutica, y lo entrevista para ampliar sus dichos.
Es una entrevista muy interesante y picante.
Cuestiona el doctor la reciente ley que habilita el consumo de marihuana en casos clínicos y argumenta, entre otras cosas, que eso va a llevar a que miles de pibes cultiven en sus casas la planta (planta sagrada, la llama irónicamente).
En principio, le diría que ya hay miles, millones diría, en todo el país, que autocultivan la marihuana siendo ilegal para uso recreativo.
Esa idea de que legalizar alienta el consumo es conservadora, reaccionaria y no es verdad. Lo que más incentiva el consumo es que algo esté prohibido. Sobre todo entre los pibes.
Argumenta luego Carricart, que el uso y abuso de la marihuana recreativa abre la puerta a enfermedades psiquiatricas en personas que tenían ya una predisposición genética.
Totalmente de acuerdo, eso no me lo contó nadie, yo lo viví: el uso y abuso de la marihuana disparó en mí un par de brotes psicóticos. Por eso también hace años que la dejé.
Ahora, hay que decir toda la verdad: cualquier sustancia, sea natural o artificial, tiene sus pro y sus contra. La marihuana en su uso recreativo abre las puertas de la percepción, del inconsciente y entonces salen los colores, la sensibilidad para percibir olores, sensaciones, la risa, el éxtasis.
Pero también, en muchos casos, atrás de eso viene la paranoia, la angustia, la psicosis.
Ahora: ¿se soluciona algo prohibiéndola? Ya está demostrado que no.
La experiencia del mundo, la tendencia es ir legalizándola, no solo en Uruguay, también muchos estados de EEUU y Europa.
Con ese criterio, también tendríamos que prohibir el alcohol y la sal, porque está comprobado que su abuso hace mal.
No me voy a extender aquí sobre el fabuloso negocio ilegal y las mafias que genera la prohibición de las drogas, pero llama la atención que un tipo joven defienda un orden ya fracasado, que se cae a pedazos en todo el mundo.
Defiendo siempre la libertad, el libre albedrío, el hecho de que tengas la oportunidad de equivocarte y aprender. Defiendo una democracia y un estado que regulen y administren la marihuana sea para uso medicinal o recreativo.
Hacía allá va el mundo.
Sangra por la herida el doc, en cuanto a que se cuestiona mucho la administración de psicofármacos legales en la psiquiatría y se prohibe una simple plantita.
Está bien, el defiende su profesión, lo que le enseñaron.
Pero a mi también, nadie me lo contó, lo experimenté: la medicación psiquiátrica nunca soluciona nada, simplemente atonta, adormece el dolor y el sufrimiento mental.
Y no voy a extenderme tampoco sobre el fabuloso negocio de los laboratorios que hacen la droga legal.
Así que cuestionar la legalización de la marihuana para uso terapéutico me parece demasiado. Nadie se va a fumar un porro por eso.
Y, legalizar el porro, poner el negocio bajo la órbita estatal, sacárselo al narcotráfico , paradójicamente, no incentivaría el consumo, sino que lo haría más acotado, sano y transparente.

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